Cotidianidad placentera

Una buena experiencia en la oficina nos hace querer pasar tiempo en ella. Por ejemplo, si las personas cuentan con una instalación cómoda, prolija, que las hace sentir seguras y que les permite encontrar fácilmente los espacios (como una cafetería o sala de reuniones a mano), es muy probable que su experiencia en la oficina sea positiva. El famoso «layout» es clave en este aspecto.

Salud

En segundo lugar, la oficina SMART debe tener en cuenta la salud de la gente. Este será un gran factor para retener el mejor talento.

Contar con tecnología que controle la calidad del agua, aire, temperatura y niveles de ruido internos de la oficina será crucial para tomar las medidas necesarias para alcanzar niveles óptimos que generen una fuerza de trabajo sana, fuerte y motivada.

Está comprobado que una temperatura demasiado alta o demasiado baja, junto con una mala oxigenación y niveles de iluminación precarios generan cortes en los momentos de concentración de la gente, disminuyendo así la productividad general.

Adaptabilidad

Ya lo dijo Darwin: «Supervivencia del más fuerte». En nuestro caso, sobrevivirán las oficinas que aseguren un espacio ágil, que se adapte a los cambios. Por ejemplo, utilizar los datos recopilados por teléfonos inteligentes, computadoras o sensores dentro del edificio para que muestren cuáles son los espacios libres para trabajar o tener reuniones privadas. Ahorrándole tiempo a los trabajadores, quienes no tendrán que estar recorriendo toda la oficina para ver cuáles espacios están ocupados y cuáles no.