Ahorrar espacio es una premisa clave en los días que nos toca vivir, particularmente en entornos empresariales y de oficina. Los tiempos económicos no invitan a expandirse, y por otro lado los precios tanto para comprar como para alquilar estos espacios se han tornado realmente prohibitivos. Por ello es que hoy es necesario pensar en diseños de muebles que ayuden a acomodar más gente en el área actualmente disponible, y en tal sentido no existe modelo más ajustado que el de las islas de trabajo.

Organizar los escritorios de por ejemplo los empleados administrativos o de áreas comerciales en islas de trabajo traduce a nivel espacial una tendencia (y una necesidad) ya a esta altura irrefrenable en el ámbito del trabajo: la de cooperar y colaborar muy de cerca, actuando como un auténtico equipo. La época hace factible e invita a compartir el conocimiento; y agrupar al personal en islas de trabajo para oficina es un modo de inducir a que esta modalidad se haga real y muy palpable en el día a día de cada colaborador.

Otro elemento que también facilita esta disposición de los puestos laborales en islas de trabajo, siempre hablando de ambientes de oficina (y esto aplica tanto a empresas, como a organismos públicos, entidades, instituciones y demás), es la posibilidad de compartir en grupo herramientas como impresoras o equipos multifunción, además de eventualmente otros dispositivos móviles o tecnologías, de modo tal que no haya que comprar un equipo por cada puesto de trabajo.